Es una planta vivaz que crece todos los años a partir del rizoma.
Dura varios años en el terreno.
Clima
Se trata de una de las especies más sensibles a las oscilaciones térmicas, que se manifiesta por la inercia de sus movimientos vegetativos.
La temperatura de la atmósfera para el crecimiento de turiones está comprendida entre 11 y 13ºC de media mensual.
El óptimo de desarrollo vegetativo está comprendido entre 18 y 25ºC. Por debajo de 15ºC por el día y 10ºC por la noche paraliza su desarrollo; por encima de 40ºC encuentra dificultades para desarrollarse.
La humedad relativa óptima en el crecimiento de turiones está comprendida entre el 60 y 70%.
Si el cultivo es al aire libre, el efecto del viento puede tener una especial incidencia al final del desarrollo de los plumeros, pues pueden llegar a "encamarlos", no habiéndose comprobado pernicioso este efecto en el cultivo. En zonas con vientos dominantes en una dirección fija, se realizarán las hileras de cultivo en esa dirección.
Iluminación
Al tratarse de espárrago verde, la característica del color es un factor de calidad, por tanto se debe procurar dar este color a la mayor parte posible del turión, como mínimo dos tercios de su longitud. Es decir, cuando perseguimos el color verde se deberá actuar procurando captar la mayor cantidad de luz, para que se pueda sintetizar la clorofila necesaria para lograr dicha coloración.
Suelo
La textura debe ser franca, con inclinación a franco arenosa o limosa; también admite la franco arcillosa, aunque no le convienen los suelos arcillosos. Para el mejor aprovechamiento comercial de sus turiones, el suelo no debe ser pedregoso para evitar que, durante el crecimiento de la yema apical del turión bajo tierra, se deteriore por roces u obstáculos con las piedras.
El terreno no debe encharcarse en ningún momento, ya que tiene gran sensibilidad a la asfixia radicular.
El pH óptimo está comprendido entre 7,5 y 8, aunque admite suelos de pH 6,5.
Tiene gran resistencia a la salinidad del suelo y del agua de riego; siendo uno de los cultivos de huerta que presenta más resistencia a la salinidad, pero aunque tolera una elevada conductividad eléctrica, se entreve la posibilidad de que pueda ser causante de la disminución de longevidad del esparragal.
Preparación del terreno
Será necesario una buena labor de subsolador, para facilitar la posterior exploración y fácil desarrollo de un potente sistema radicular, así como pases cruzados de cultivador y fresadora que favorezcan la uniformidad de distribución de enmiendas y abonados de fondo y la consecución de una estructura mullida, a la hora de trazar los surcos, en cuyo fondo se desarrollará el material vegetal, pero se recomienda que este no sobrepase los 50 cm. de profundidad. En este caso el fondo del surco respecto al nivel del suelo estará a 10-15 cm. En la profundidad influye el tipo de órgano a plantar, garra o plántula, la diferencia va ser aproximadamente de 5 cm, siendo el rizoma de la garra no superior a esa altura, y que deberá dirigirse erguido para mantener su tropismo.
Al no tener que blanquear, se puede prescindir de utilizar caballones.
Trasplante.
-Garra: las garras son obtenidas en los semilleros, se recomienda que las garras pesen unos 60 g, siendo conveniente desechar aquellas cuyo peso es inferior a los 20 g. Se siermbran de Febrero a Abril dependiendo de la zona.
Al año de realizar la plantación con garra en climas cálidos se obtiene la primera recolección; siendo recomendada esta forma de plantación para cultivo forzado en invernadero.
Siembra directa
Se depositan dos líneas de semillas separadas entre sí unos 25 cm, dejando a cada lado de las líneas de siembra un metro aproximadamente, por tanto el gasto en semilla será de unos 3 kg semillas/ha.
Siega
Una vez que finaliza el periodo de aprovisionamiento y restitución de las sustancias se reserva extraídas de la planta durante la recolección, el conjunto de la parte aérea comienza a secarse.
La siega debe realizarse próxima a la base del tallo, se recomienda realizarla de forma mecanizada, aunque también se realiza manual. En el mercado existen unas sierras de disco que son accionadas por un motor que pueden ser empleadas para este efecto, con el inconveniente que deja toda la materia vegetal segada y hay que retirarla.
También se puede emplear la traílla, la cual siega la planta entera y además saca los restos. pero en este caso el terreno debe estar muy nivelado y la planta muy seca.