Repollo

Cultivo del Repollo

 


 

 El repollo pertenece a la variedad Capitata, dentro de la familia de las coles, Brassica Oleracea. Su origen se sitúa principalmente en las costas de Inglaterra y el Mediterráneo.

 

Como cultivarlo

 

La reproducción del repollo se realiza mediante semillas, que se cultivan bien ensemillero al final del verano, bien en el suelo del huerto en otoño, siempre y cuando el clima de la zona no sea demasiado frío. Si plantamos en semillero, trasladaremos los plantones al terreno durante el otoño, cuando tengan 5 ó 6 hojas, y dejaremos entre uno y otro ejemplar una distancia de aproximadamente 50 cm. Si queremos que el cultivo resulte aún más sencillo, existe la posibilidad de adquirir los plantones preparados directamente para su ubicación en el huerto.

 

El repollo no es demasiado exigente en cuanto al sustrato que necesita para su desarrollo. Sin embargo, prefiere suelos fértiles, ligeramente alcalinos yarcillosos, pero con un buen drenaje que evite los encharcamientos. Las heladas no son un problema ya que las soporta bien.

 

Cuidados sencillos

 

La primera tarea que hemos de tener en cuenta es el riego. Aunque no es necesario realizarlo con mucha frecuencia, sí es importante aportar una gran cantidad de agua, ya que las hojas de la hortaliza se caracterizan por su alta evaporación de agua. Asimismo prestaremos atención a la aparición de malas hierbas, que evitaremos con la aplicación de herbicidas y que, en caso de aparición, eliminaremos rápidamente.

 

 

El repollo es una hortaliza exigente en nutrientes, por lo que puede llegar a ser necesario realizar aportes denitrógeno y fósforo. Asimismo es conveniente añadir fertilizante líquido al terreno cuando las cabezas del repollo comienzan su maduración.

 

La recogida de la hortaliza la efectuaremos cuando el repollo esté bien formado, compacto. Es de vital importancia recogerlo antes de que se espigue o aparezcan flores, ya que es este caso, no podríamos utilizarlo para el consumo.

 

Atento a sus enfermedades

 

Para garantizar una buena cosecha, es imprescindible atender a las posibles enfermedades y plagas que pueda sufrir la hortaliza. Entre las primeras destaca la hernia de la col, que produce nudosidades en la raíz y tallos, decoloramiento de las hojas y llega a causar la muerte de la planta. La combatiremos con fungicidas.

 

 

La plaga más usual es la mariposa de la col, que pone huevos de los que saldrán orugas que se irán comiendo las hojas. La eliminaremos mediante la aplicación de insecticidas específicos. También es común la mosca de la col, cuya presencia notaremos por la aparición de hojas azuladas que se marchitan cuando el tiempo es soleado.

 

 





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~Sambataro Nicolas~
 
 
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