El fruto del poroto es una legumbre de color, forma y dimensiones variables, en cuyo interior se disponen de 4 a 6 semillas. Existen frutos de color verde, amarillo jaspeado de marrón o rojo sobre verde, etc., aunque los más demandados por el consumidor son los verdes y amarillos con forma tanto cilíndrica como acintada. En estado avanzado, las paredes de la vaina o cáscara se refuerzan por tejidos fibrosos.
Clima
El poroto es planta de clima húmedo y suave, dando las mejores producciones en climas cálidos.
Cuando la temperatura oscila entre 12-15ºC la vegetación es poco vigorosa y por debajo de 15ºC la mayoría de los frutos quedan en forma de “ganchillo”.
Por encima de los 30ºC también aparecen deformaciones en las vainas y se produce el aborto de las flores.
La humedad relativa óptima del aire en el invernadero durante la primera fase de cultivo será del 60% al 65%, y posteriormente deberá oscilar entre el 65% y el 75%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y dificultan la fecundación.
La poroto es una planta de día corto, aunque en las condiciones de invernadero no le afecta la duración del día. La luminosidad condiciona la fotosíntesis, soportando temperaturas más elevadas cuanto mayor es la luminosidad, siempre que la humedad relativa sea adecuada.
Según el porte del poroto, se distinguen dos tipos:
Poroto enano, de porte bajo erecto, de 30 a40 cm. de altura. Suelen ser más precoces y menos productivas que las de enrame. Su ciclo vegetativo es más corto.
Poroto de enrame, de porte alto, con tallos trepadores que alcanzan los 2 a3 metros de longitud. Tienen tallos volubles provistos de zarcillos y suelen ser de ciclo más largo y más productivas que las de porte bajo.
Según la forma y el tamaño de las vainas se distinguen en:
"Sabinal": vainas gruesas y planas.
"Garrafales": vainas aplastada y más ancha en el centro que en los lados.
"Boby": vaina cilíndrica o semi-cilíndrica.
Criterios de elección para porotos verdes cultivados en invernadero:
Características de la variedad comercial, que pueden ser de mata alta o poroto de enrame (tipo Perona y tipo Helda, de vaina aplastada) o de mata baja (tipo Strike, de vaina redonda).
Preparacion del terreno
Los suelos más indicados son los suelos ligeros, de textura silíceo-limosa, con buen drenaje y ricos en materia orgánica. En suelos fuertemente arcillosos y demasiado salinos vegeta deficientemente, siendo muy sensible a los encharcamientos, de forma que un riego excesivo puede ser suficiente para dañar el cultivo, quedando la planta de color pajizo y achaparrada. En suelos calizos las plantas se vuelven cloróticas y achaparradas, así como un embastecimiento de los frutos (porotos con hebra).
El poroto es una de las especies más sensibles a la salinidad tanto del suelo como del agua de riego, sufriendo importantes mermas en la cosecha. No obstante, el cultivo en enarenado y la aplicación del riego localizado, pueden reducir bastante este problema, aunque con ciertas limitaciones.
Antes de la siembra es necesario realizar una labor semiprofunda con la que se envuelve el estiércol. Seguidamente se procede al aporte de abonado de fondo y a continuación se dan dos labores superficiales con grada o cultivador. En el caso de riego por gravedad se harán los caballones y regueras correspondientes.
Para el cultivo enarenado, después de la limpieza de la cosecha anterior, se deshacen los lomos dejando llana la superficie enarenada y a continuación se incorpora el abonado de fondo.
Marcos de plantación
El marco de siembra más frecuente en invernadero es de 2 m x 0,5 m, con 2-3 semillas por golpe.
Al aire libre la distancia entre líneas es 0.5 m para variedades enanas y de 0.7-0.8 m para las de enrame, con 3-5 semillas por golpe.
En el caso de porotos enanas destinadas a la industria se suelen dejar las líneas de siembra entre 20 y 30 cm.
Siembra
Las semillas se cubrirán con 2-3 cm. de tierra, o arena en suelos enarenados.
Las semillas deben haber sido seleccionadas adecuadamente y tratadas con fungicidas e insecticidas.
Si la temperatura no es suficiente o si se desea mantener el cultivo anterior más tiempo en el terreno, se procede a la siembra en semillero y posterior trasplante al invernadero.
El nacimiento de las semillas depende de la época de siembra y de la climatología, pudiendo oscilar entre 7 y 20 días.
Se recomienda realizar escarda química contra toda clase de malas hierbas.
El tutorado
Es una práctica imprescindible en el poroto de enrame para permitir el crecimiento vertical y la formación de una pared de vegetación homogénea.
Consiste en la colocación de un hilo que se sujeta por un extremo al tallo y por el otro al emparrillado del invernadero.
Colocando un tutor más entre cada par de plantas, aumenta la uniformidad de la masa foliar, mejorando la calidad y la producción.
Deshojado
Se realiza en tiempo seco en plantaciones de ciclo largo, eliminando las hojas más viejas, siempre y cuando el cultivo esté bien formado, con abundante masa foliar y ya se haya recolectado una parte importante. Esta práctica mejora la calidad y cantidad de la producción y disminuye el riesgo de enfermedades, al mejorar la ventilación y facilitar el alcance de los tratamientos fitosanitarios.
Riego
El poroto es muy exigente en riegos en lo que se refiere a la frecuencia, volumen y momento oportuno del riego. Todo ello dependerá del estado fonológico de la planta así como del ambiente en que ésta se desarrolla como tipo de suelo, condiciones climáticas, calidad del agua de riego, etc.
De dos a cuatro días antes de sembrar conviene dar un riego para facilitar la siembra y la germinación de las semillas.
Después de la siembra el primer riego solo deberá darse después del nacimiento de las plantas.
En los primeros estados de desarrollo conviene mantener el suelo con poca humedad, sin embargo las necesidades de agua son muy elevadas poco antes de la floración y después de esta.
Un exceso de humedad puede provocar clorosis y pérdida de cosecha, especialmente en suelos pesados. Un aporte hídrico desequilibrado disminuye la calidad de los frutos.
En el cultivo hidropónico, el riego está automatizado y existen distintos sistemas para determinar las necesidades de riego del cultivo, siendo el más extendido el empleo de bandejas de riego a la demanda. El tiempo y el volumen de riego dependerán de las características físicas del sustrato.
Abonado
Actualmente se emplean básicamente dos métodos para establecer las necesidades de abonado:
En función de las extracciones del cultivo, sobre las que existe una amplia y variada bibliografía, y en base a una solución nutritiva “ideal” a la que se ajustará los aportes previo análisis de agua. Este último método es el que se emplea en cultivos hidropónicos, y para poder llevarlo a cabo en suelo o en enarenado, requiere la colocación de sondas de succión para poder determinar la composición de la solución del suelo mediante análisis de macro y micronutrientes, CE y pH.
Durante la germinación y nacimiento de la planta de poroto la humedad debe ser constante, evitando los encharcamientos, por lo que el riego previo a la siembra deberá ser suficiente para un período de 10-12 días, aunque en ocasiones se da un segundo riego a los 4-5 días. A partir de aquí y hasta la floración el abonado debe ser bajo en nitrógeno, para evitar un excesivo crecimiento vegetativo en detrimento de la floración.
Desde el inicio de la floración hasta el comienzo de la recolección (15-25 días) la planta es muy exigente y cualquier carencia, tanto de nutrientes como de agua, repercute negativamente en la floración y posterior producción. En este período coinciden frutos y flores desarrollándose, por lo que, aunque se mantenga el equilibrio N-P-K debe aumentarse la conductividad eléctrica en 1,2-1,4 puntos sobre la del agua, a no ser que esta última supere los 2,2, mmhos.cm-1 en cuyo caso sólo se incrementará en 0,8 puntos sobre la del agua.
Los fertilizantes de uso más extendido son los abonos simples en forma de sólidos solubles y en forma líquida, debido a su bajo coste y a que permiten un fácil ajuste de la solución nutritiva, aunque existen en el mercado abonos complejos sólidos cristalinos y líquidos que se ajustan adecuadamente, solos o en combinación con los abonos simples, a los equilibrios requeridos en las distintas fases de desarrollo del cultivo.
También se dispone de numerosos correctores de carencias tanto de macro como de micronutrientes que pueden aplicarse vía foliar o riego por goteo, aminoácidos de uso preventivo y curativo, que ayudan a la planta en momentos críticos de su desarrollo o bajo condiciones ambientales desfavorables, así como otros productos (ácidos húmicos y fúlvicos, correctores salinos, etc.), que mejoran las condiciones del medio y facilitan la asimilación de nutrientes por la planta.
Recolección
La recolección del poroto de verdeo se realiza manualmente, con lo cual encarece notablemente su costo, siendo de gran importancia el momento de recolección para aumentar el rendimiento comercial, ya que el mercado demanda frutos con vainas tiernas (pero no demasiado), con el grano poco marcado. Si las vainas se cosechan pasado el punto de madurez comercial pierden calidad y valor al ser más duras y fibrosas.
Los retrasos en la recolección resultan doblemente perjudiciales por lado la pérdida del valor comercial y por otro la reducción del peso.
En variedades de porte bajo, la recolección puede durar de 50 a 90 días y en porotos de enrame de 65 a 95 días.
La recolección del poroto de grano se realiza de forma mecanizada, aunque su cultivo debe realizarse en grandes superficies, emplear variedades adecuadas etc.